Selección Colombia
Camino al Mundial
Y no era para menos. Un partido jugado en las tierras del picante, tenía que tener la misma esencia. 5 leones, 5 guerreros armados de valor y talento salían a la cancha a darlo todo por la camiseta colombiana, salían a la más duras de las batallas.
Sin embargo, el rival que enfrentaban nuestros guerreros era comparable con el gigante Goliat. Y vaya que era grande. Desde el primer minuto sacó todo su poderío, toda su artillería, e hirió a los guerreros. Los golpeó, los maltrató, los estropeó.
Nuestros leones sangraban. Pero Goliat no contaba con el corazón colombiano, con el empuje de su entrenador y con la energía que ponían todos los colombianos a su alrededor. Se pusieron de pie los jugadores como unos valientes y comenzaron la remontada. Con puro corazón le pegaron al gigante, lo tumbaron y también lo hirieron. Se trataba ahora del que más aguantara, y el que perdiera, sentiría que habría sido algo injusto, que se quedaría con las manos vacías. Ambos estaban mareados,heridos y al borde de la inconsciencia. Ambos estaban a punto de caer.
Entonces cayó Colombia. Segundos después cayó Uruguay.
Que final. Uruguay ganaba lo anhelado. Y Colombia? Colombia habría de ser condenado a otra batalla tan dura como la que acababa de tener. Habría de ser premiado a su vez por su valor y por su corazón. Tendríamos entonces, una segunda oportunidad.
Reportó,
Diego Reportero