Es la defensa que más aumenta la defensa exterior en detrimento de la interior y los rebotes. En teoría, sería buena en situaciones muy límites, como que no tengas buena defensa exterior, tu contrincante ataque muy al exterior y tengas tal superioridad en rebotes que él no pueda contrarrestarlo. El problema es que esas circunstancias son muy extremas, y raramente se dan como para que sea una defensa recomendable realmente.
Desde mi punto de vista, no es una defensa recomendable, como tal, para contrarrestar ningún ataque concreto. En general, yo no la utilizaría tampoco contra ataques rápidos (como C y L), ya que al haber muchas posesiones el rebote es importante, y pueden hacerte una sangría ahí.