Hoy teníamos enfrente a Taiwán, rival con mucho músculo pero que no podía hacer frente a las decenas de variantes que tiene el nuestro para aprovecharse de equipos más planos. Nos esperábamos al menos una predicción, pero, bien su victoria holgada en semis, bien el hecho de que nos ganaran en la primera jornada del mundial, o simplemente que nuestra variabilidad táctica les hizo no querer arriesgar, salieron con un MA a pelo. Nosotros, diez minutos antes de la hora límite para mandar la alineación, todavía contemplábamos una paciencia con Porcel de P, un PB fijando a Somanta y Zuluaga por fuera, o bien un Movimiento. Finalmente decidimos superar el miedo a que nos salieran doble a mov, táctica que habíamos usado con éxito anteriormente en el mundial, y lo metimos. Metiendo BL de exteriores, con 2 Bases de los mejores que habrá habido en la historia de las sub 21, Somanta y Zuluaga, y dos metralletas brutales como Porcel y Las Peras. Fijando de A titular a Villasuso, Alero exterior, pasador y taponador que lleva entrenando toda la temporada (sin ser convocado hasta hace unas semanas), enfocándolo a que pudiera servirnos como E reposicionado en paciencias, como A exterior para movimiento o como A pasador para PB. Por dentro, repetimos la combinación de semis, la cual habíamos esperado hasta aquel momento para destaparla: Trigueros de AP y Morillo de P, jugadores a los que habíamos usado hasta entonces como AP titular y suplente, o suplente y titular, para guardarnos esa carta para semifinales y así abrir el espectro de ataques y cubrirnos de una posible paciencia francesa o americana al P con las defensas altísimas de Morillo. El puesto de A suplente lo completaba Maestro, uno de los líderes del equipo en jornadas anteriores, mientras que Hiniesta suplía a los dos interiores. Creus y Urko se quedaban como reservas, mientras que De Toro, Gondar, Casal, Velasco, Toro y Marchena apretaban desde la grada.
Desde el principio se vio que no había partido: nuestras defensas y la predicción ahogaban su ataque (24 de 95 en TC), mientras que nuestro ataque funcionaba de la mano de Somonte (8 asistencias) y de la aportación de sus compañeros de línea exterior (todos acabaron con entre 10 y 14 puntos). En el tercer cuarto petó el partido y quedó visto para sentencia con un +25 a falta de 14 minutos.
A nuestras espaldas quedan partidos duros y apretados contra Canadá, USA, China y Francia en los que tuvimos sangre fría y fuimos pic, confiando en la progresión del equipo. Así, pudimos jugar las semifinales con entusiasmo 15+ y la final en 13, después del POD contra Francia.