Ha llegado la hora.
Muy largo ha sido el trecho que nos ha abocado a estos parajes. Muy costoso el esfuerzo para sortear las trabas del camino. Y muy duro el sufrimiento, e importante el tesón, que nos han traído hasta aquí.
Semanas de trabajo y entrega han conseguido lo que se antojaba casi como un logro titánico.
España, nuestra selección, la Ñ, está en semifinales. España es, ya, y podemos alzar la voz orgullososo para decirlo, una de las cuatro mejores selecciones del Mundo. Y lo es por merecimientos propios.
Pero las barreras, los obtáculos, no cesan. Y nos encontramos ante uno de los más importantes en nuestra lucha. Hemos llegado a la semifinal del Mundial de Selecciones Absolutas, que nos quiten lo bailao.
Es el momento de atarse los machos, de que los religiosos imploren a sus santos, y de que los ateos clamen por su suerte y vocación. El trecho andado queda atrás, y por delante un titán, y luego, el destino de los fuertes.
Nuestro titán es Brasil, país de carnavales y sambas, país mágico y tradicional, país diferente, bañado en sabor y delicia. Brasil, país también, de deportistas que hacen época, y de magos de cancha y campo. Brasil, nuestro rival a batir...
La providencia antojó que nos encontrasemos ahora frente a una de las dos selecciones más potentes de BB, y nos tengamos que medir con ella por una plaza en la gran Final.
Y tenemos que darlo todo. No nos queda otra que salir a dejarnos la piel, la sangre y el sudor habidos y por haber, para demostrar que aún queda valor entre nosotros para demostrar que se puede tumbar a un gigante, que se puede doblegar a un Titán.
Porque más allá de números y tácticas, más allá de ceros y unos, nos queda algo muy propio nuestro, y que ellos desconocen. Porque puede que ellos tengan la magia, tengan a sus torres y montruos, a sus santos inmensos sobre colinas brumosas, pero nosotros... ¡nosotros los tenemos más gordos!
El partido no se presenta fácil, sabemos de su poderío desorbitado en la zona y de sus poderosos números temibles. Y es que además, debemos asumir el mazazo de la baja de nuestro base titular, sabiendo que se había convertido en uno de los pilares de referencia del equipo.
Pero debemos reponernos a todo y dar la cara. Es ahora o nunca. Ha llegado la hora de la verdad. Han llegado las semifinales.
Hoy lunes, a las 20:00, Brasil - España.
Necesitamos todo el apoyo posible
¡Todos con la Ñ!
No os lo perdais